Los árboles del color de mis ojos
me tienden las ramas
para ascender
a lo encumbrado de la hora,
desde lo alto del rojo me convoca un ave,
y un gigante de humo
me ofrece su almohada,
pero yo he de seguir,
que llevo entre los dientes
la palabra prohibida
y por ríos y barrancos
llegaré hasta ti,
a dejarla entre tus dientes,
aunque por ello muera,
aunque por ello mueras.
La noche de la pantera
Clara Janés
Fotografías de Inés González, Sarajevo 2017.
Una suerte de melancolía o atracción fatal por Sarajevo te persigue como a las cornejas, Inés. ¿Habrá que volver?
ResponderEliminarVoy a volver, he bebido de la fuente de La Gran Mezquita; dice la leyenda que quien bebe sus aguas, vuelve eternamente a Sarajevo. O quizas nunca he salido a alli...
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ResponderEliminarUn abrazo de palabras e imágenes que conmueve. Gracias.
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