miércoles, 21 de octubre de 2015

En el río Miljacka, Sarajevo




































































































Esta iluminación de la materia,
con su costumbre y su armonía,
con el sol madurador,
con el toque sin calma de mi pulso,
cuando el aire entra a fondo
en la ansiedad del tacto de mis manos
que tocan sin recelo,
con la alegría del conocimiento,
esta pared sin grietas,
y la puerta maligna, rezumando,
nunca cerrada,
cuando se va la juventud, y con ella la luz,
salvan mi deuda.


Claudio Rodríguez.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena Inés

    Espectaculares estas fotografías. A pesar de conocerte asombrada me tienes con la evolución de tu trabajo.

    Y pensando me tienes...¿qué paisajes fotografiarás en Madrid cuando regreses de Sarajevo?

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  2. Es ese río, Carmen, ese ojo espejo que parte en dos la ciudad de Sarajevo, el responsable de esta magia y misterio. Yo, una simple espectadora, no sin asombro frente a las imágenes que regala a la retina en sus diferentes horas del día y estaciones.
    Aquí, en esta serie, apenas tiene agua, el calor del verano la ha consumido a su nivel más bajo, no obstante mucho alimento anida en su fondo barroso, las cornejas lo saben muy bien, que en bandadas se pasan las tardes enteras buscando y rebuscando.
    Tu pensamiento también ronda en mis neuronas, no sé qué paisajes fotografiaré, no quiero ningún retorno, aquí quisiera quedarme entre estas dos o tres calles y las montañas, no necesito más...

    Abrazos y besos

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